La Astrología tuvo y tiene grandes representantes, por que la Astrología tiene siglos de vida, de historia, tal vez miles, nadie sabe su fecha exacta.
Parece ser que todo empezó en Sumer, la civilización sumeria. Esta es interesante por dos motivos. Primero porque con ella comenzó la historia segundo porque es en su ceno donde han desarrollado los grandes descubrimientos de la humanidad.
Hoy se sabe que fue en Sumer, donde hizo la aparición la Astrología, hacia el año 4000 AC, al menos, la gran parte de los astrólogos e investigadores coinciden en dicha fecha.
Todo se le atribuye a un sacerdote astrólogo caldeo llamado Bereso, que ha informado al mismo tiempo acerca de la historia y de la doctrina astrológica.
Toda la ciencia ancestral, proviene de los Egipcios, de los Griegos y de otros pueblos. Incluso, en nuestra época, la enseñanza astrológica oral o escrita proviene de ellos.
Hace tiempo, admiraban la brillante inteligencia de la Astrología; su reputación era enorme; se acrecentaba cada día, de Egipto a Grecia.
Las mentes más brillantes se interesaban en ella y querían iniciarse en su saber. La naturaleza de este saber era muy peculiar, dada que se basaba en una inquietud de lazos invisibles que existían entre el cielo y la tierra, entre el hombre y el cosmos, entre lo infinitamente grande e infinitamente pequeño.
En aquellos tiempos la ciencia de la Astrología, ganó el mundo entero. En todos los lugares; reyes, hombres importantes y poderosos, la llamaban para hacerle consultas y esperaban gracias a sus consejos, orientar mejor sus esfuerzos, de ésta manera, aprovechar mejor lo que estaba destinado a la tierra de su imperio.
Pero, era orientativa, para todo el pueblo, no era para la vanidad de un rey, faraón, etc.; en libros sagrados, se nombra que hasta la tercera parte del imperio se destinaba a los astrólogos, por la ayuda que éstos brindaban, porque sacaban fechas propicias para viajes, siembras, comercializaciones etc,.
Daniel, uno de los grandes profetas de la Biblia, era Astrólogo y Mago, bien llamado Belsazaar, príncipe de los magos, también podemos recordar a los Reyes Magos que eran Astrólogos. Después de la época de Daniel, la astrología tenía mucho trabajo y por esta razón decidió tener una hija versada en matemática. La hija inteligente y curiosa sin límites, de carácter independiente, con gran deseo de afirmación y de querer ser mejor que su madre.
Pasaron los años, esa hija se hizo adulta, poseía el don de la observación y un espíritu pragmático que la llevaron a profundizar en la matemática, aprendiendo a través de métodos empíricos los fenómenos observados, así fue ganando prosperidad y los hombres también se aprovecharon de ella.
Madre e hija, trabajaron juntas; luego, la hija duplicó su poder, (me refiero a la aceptación del público estudioso) mientras tanto, una trabajaba sobre el cielo interior, la otra sobre el cielo exterior; una observaba que movimientos repercuten en el hombre, la otra calculaba distancias orbitales, retrogradaciones etc,. Descubrimientos que una realizaba, eran de ayuda a la otra, y los hombres empezaron a levantar torres, algunas de ellas de 80 metros llamadas zigurat, para observar más de cerca el cielo y para comprobar la enseñanza de la Astrología.
La Astrología fue ganando interés de grandes sabios, como Hiparco, Kepler, Galileo Galilei, Newton y muchos más.
Luego se desató la discordia; la hija se revelo contra la madre tratándola de vejestorio, de lunática, (empleando términos astrológicos), la madre hizo caso omiso pensando que algún día, con la ayuda de la madurez que dan los años, la hija volvería a albergar pensamientos más tolerantes, cosa que no sucedió por la soberbia de la hija.
La madre, sin embargo, se regocijaba con los descubrimientos e investigaciones de su hija, incluso la aplaudió, cuando ganó un concurso de artes liberales; de todas maneras el éxito de la hija no era completo, ya que los hombres seguían confundiéndola con su madre, y para esa hija desagradecida esto era insoportable.
La Astrología fue ganando interés de grandes sabios, como Hiparco, Kepler, Galileo Galilei, Newton y muchos más.
Luego se desató la discordia; la hija se revelo contra la madre tratándola de vejestorio, de lunática, (empleando términos astrológicos), la madre hizo caso omiso pensando que algún día, con la ayuda de la madurez que dan los años, la hija volvería a albergar pensamientos más tolerantes, cosa que no sucedió por la soberbia de la hija.
La madre, sin embargo, se regocijaba con los descubrimientos e investigaciones de su hija, incluso la aplaudió, cuando ganó un concurso de artes liberales; de todas maneras el éxito de la hija no era completo, ya que los hombres seguían confundiéndola con su madre, y para esa hija desagradecida esto era insoportable.
Tratando de desacreditar a la madre trabajó muchos años, y empezó también ella a albergar a grandes sabios.
Esta situación duró mucho tiempo hasta que llegó el Siglo XVII, en Francia, A. Colbert ( 1617 – 1683) ministro de Luis XIV, le correspondió el vergonzoso mérito de haber prohibido, en 1666, la enseñanza de la Astrología en la Academia de las Ciencias y en la Universidad de París
Cobert, ha recibido las quejas de la hija y como él compartía con ella un cierto pragmatismo, un miedo casi supersticioso por todo lo que parecía escapar de los estrechos límites de la razón, condenó a la Astrología y a sus seguidores, hasta prohibir la difusión de sus enseñanzas.
Poco a poco se dejó de hablar de la Astrología, solo se hacía clandestinamente, tanto más cuanto por su parte, la poderosa Iglesia condenaba cualquier influencia del cielo sobre el hombre quien solo debería ser gobernado por Dios.
La Iglesia, también un poco pragmática, no se daba cuenta que, el cielo y los planetas son creación de Dios.
La hija siguió su camino brillante segura de haberse desembarazado al fin de esa madre molesta, fingió ignorar, que la madre continuaba secreta y silenciosamente su actividad. Esa hija obtuvo, reitero, grandes éxitos técnicos, se hizo rica y respetada, y los gobiernos pusieron a su disposición créditos considerables.
Querían saber los gobiernos y la misma hija por supuesto, por encima de todo; quiénes eran, qué hacían, dónde iban, pero simplemente en calidad de individuo y no en calidad de molécula.
Tanto el alma como la inteligencia se revelaban. ¿ Dónde encontrar un conocimiento que combinará la intuición y el cálculo; uniéndolos con lo que rodeaba ?. ¿ Dónde encontrar la lógica de lo irracional?.
Son grandes preguntas que hoy se están formulando, por lo menos en el fuero íntimo de las ciencias empíricas.
Entonces se volvieron a acordar de la Astrología, sobre todo, a partir de 1922, y si se quiere la fecha exacta de la rehabilitación de la Astrología, como hecho histórico, ese día, fue el 4 de Junio de 1922, en la Academia de Medicina de París, fue presentado el resultado de investigación de los médicos, quienes contaron con la ayuda del astrónomo Vallot, y demostraron a través de las investigaciones las correlaciones existentes entre las manchas solares y ciertas enfermedades cardíacas; el Sol rige al corazón, como ya lo sabían los sabios de antaño.
La fecha anterior, es la que marca el comienzo de la Astrología contemporánea, hoy se sigue investigando.
Retornando, se habrán dado cuenta que, la hija de la Astrología es la Astronomía. La hija cuerda de una madre loca?. Pregunto, la ciencia no cree en la genética?. La astronomía se corresponde a la anatomía de los astros, mientras que la Astrología se corresponde a la fisiología de los astros, empleando una analogía simbólica descriptiva.
Carlos Gustavo Jung decía: “Hoy desde las profundidades de la sociedad, la Astrología llama a la puerta de la Universidad. Estamos en vísperas de una Astrología restituida que, deberá ser ejercida, por profesionales ilustrados, diplomados, autorizados y controlados ”.
Recordemos también que dijo: "La Astrología representa la suma de todos los conocimientos psicológicos de la antigüedad"